Soundtrack post 2: De espaldas a mi, Mikel Erentxun.
Hace ya rato que esta canción fluye hacia mí cuando menos me lo espero.
Recuerdo haberla escuchado por primera vez en algún canal de música, a mitad de los noventas, aunque en aquel entonces fue otro single el que me robó la atención (Suelta las riendas de mi corazón).
Mi siguiente flashback me lleva a la radio, años después. Ya era mía, pero no totalmente. Cambiaba de estación para encontrar algo decente (meta difícil antes y tan imposible ahora) cuando la locutora lamentaba que la gente hubiera preferido solicitar "En algún lugar..." de Duncan Dhu en vez de elegir De espaldas a mi. Vociferaba todo lo que podía en contra de las masas y la música comercial. Yo no quiero menospreciar a Duncan Dhu -cien gaviotas donde irán- aunque ciertamente prefiero el trabajo coherentemente más refinado de Mikel pero ¿qué le vamos a hacer? Si las masas tuvieran el cerebro conectado al oído viviríamos en un mundo feliz, feliz.
Pero no es así. Y más allá de los Alfas, Bettas y Gammas de Aldous Huxley tenemos tres clases de gente por aquí: los que van a ver a Mikel Erentxun cuando viene a Monterrey, los que deciden no ir y los que de plano no lo conocen. Mi compasión a esos dos últimos, los primeros fuímos tan felices. Al menos, yo fui eternamente feliz los eternos minutos que duró De espaldas a mi en el concierto el pasado 29 de mayo. Ciertamente, la tocada no fue para nada publicitada -lamentablemente- y el lugar es tan malo que paso de mencionarlo. El sonido también dejó mucho que desear pero aún y todo -de verdad, aún y todo-, la noche fue inolvidable, aunque no deja de darme pesar que este donostiarra siendo tan buen músico, tenga que soportar que la gente coree los viejos éxitos y no se digne a escuchar las nuevas propuestas. (su última producción Detalles del miedo peca de repetitiva a veces, pero es, por mucho, de lo mejor que he escuchado en estas fechas).
El caso es que yo llegué hasta ahí sabíendo que iba a tener buena música de seguro y, por no dejar, llegué deseando escuchar esta canción, sin esperar mucho... ¡y lo tuve todo! Estaba preparada por si Mikel y sus Malas Influencias no me daban la Espalda... pero escuché la primera frase y casi enloquecí. Adoro esta canción, puedo nadar bastante en ella, a veces me acompaña camino a la nostalgia, otras veces me encuentra sumergida en mi introspección y las otras simplemente me sorprendo repitiendo...30 años sin un gramo de madurez...
No fue amor a primer oído, pero sin duda alguna, forma parte de mi soundtrack personal. Más allá de que las canciones, como la poesía, nos viven o nosotros las vivimos, sigo cantando...sha la la laa la la.
Ahi les queda la letra...
De espaldas a mi
Era mi mejor disfraz
pero ha llegado a ser
una piel artificial
he llamado al ascensor
para poder descender
al filo de otra edad.
Hasta el diez, hasta el seis,
hasta el quinto año
a la tiza escolar,
a mi amor en un bloc
donde no había máscaras
ni ganas de mentir.
Mi garganta aprendió
una forma de vivir
de espaldas a mí
era solo una cuestión
de saber cuando reír
de saber aparentar.
Gajos de libertad,
tazas de soledad
es lo que doy de sí
es lo que doy de mí
¿treinta años sin
un gramo de madurez?
Hay un mundo mejor
si miro hacia atrás,
al colegio francés
que hay junto a la estación,
y al invierno aquel
en que te conocí.
Erentxun/Corman
de El abrazo del Erizo, 1995
Lo que aprueban las masas no es bueno, ya tenemos una pista. Eso hay que agradecerlo, que no todos somos parte de esa masa...diferentes e inteligentes. Mis oìdos a veces pertenecen a las masas, segùn dices tù, pero aplaudo a Miekel y más te aplaudo a ti. Gracias por compartir.
ResponderEliminarConcuerdo con lo del concierto de Mikel: muy disfrutable, aunque yo no fui ni soy fan de Duncan ni del propio Erentxun. Además, dados los hechos -ya que asistí al concierto- soy "gente del tipo 1" según tu clasificación, aunque confieso que estuve a punto de ser del tipo 2 y por un pelo soy más bien del tipo 3. Pero es cierto que a poca publicidad poca asistencia, y los fans de hueso colorado de Duncan -la mayoría- seguramente esperaban los viejos éxitos de Mikel con el grupo, tal como tú esperabas "De espaldas a mí". En éste caso todos salieron contentos, inclusive la gente-casi-tipo-3... como yo.
ResponderEliminarY bueno ¿quién quiere siquiera un gramo de madurez a los 30? ¿O a los 40, 50, 60 ó más? Al carajo la "madurez"... a cualquier edad...
Hola a todos. Ninguno de los dos me dice como les gusta el café (aunque Yvette me va a decir que el café le gusta ausente). Yvette, gracias a ti por leer. Y Gerardo, por favor, no me compares con los fans de hueso colorado de Duncan. ¿Acaso no dijiste tú "no es lo mismo "Hello Goodbye" que "Hapiness is a warm gun"? Yo sé que ni Duncan ni Mikel son los escarabajos ni Lennon, pero insisto, no es lo mismo esperar "De espaldas a mi" que "Jardín de Rosas". Y a mi favor tengo que el concierto era de Mikel, no de Duncan. Deja que te vea y te sacaré la lengua. No, no es cierto, supongo que es una tradición nuestra pelear por la música. Gracias por leer, saludos. p.d. yo necesito madurez si es que me da tantita calma.
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